Tuesday, May 12, 2015

JUSTIFICACION


 

Elaboraremos esta investigación para dar a conocer la hermosa cultura que conforma al estado de Chiapas, pues hablaremos de aquello que hace único e inigualable a este estado, ya que tiene una gran historia, su gente, las artesanías que elaboran, la gastronomía tan distinguida y exótica para aquellos que visiten de manera turística, demostraremos que no se requiere salir del país e ir en busca de otras aventuras en el extranjero, sin antes conocer a fondo este grandioso paraíso, pues podemos encontrar las fiestas patronales, hermosos carnavales, sin dejar a un lado esas etnias que nos aportan conocimientos vivenciales, entre los que se encuentran los tzeltal, tzoltsil, chol, zoque, tojolabal, lacandones y mames.

Nos ofrece diferentes paisajes hermosos, donde se respira ese aire puro con sabor a naturaleza, es tan gratificante ver un atardecer armonioso, ya sea en el zocalo de san cristobal de las casas o que mejor aun en el inigualable palenque ubicado al noreste de Chiapas, apreciando la vista, las armonía de las cascadas, enriqueciendo nuestro ser, dándonos esa oportunidad de ver esa maravilla de cascada azul ubicada en el palenque, podemos visitar la selva lacandona, donde apreciamos su fauna, los animales exóticos, esto si se cuenta con un espíritu salvaje o por las ganas de obtener nuevas experiencias, no podemos dejar atrás el cañon del sumidero, ya que es uno de los lugares mas destacados, no solo por su inigualable belleza sino por su historia de guerra en contra de los españoles, es simplemente magnifico todos estos lugares, cada uno con su encanto.

Es por esto que deseamos transmitir a los mexicanos para enriquecer los conocimientos y muchos se den una oportunidad de experimentar nuevas aventuras dentro de nuestro territorio, ya que la economía de nuestro país mejoraría y al igual de fomentar la cultura a tempranas edades.

TURISMO


Chiapas tiene gran variedad de lugares turísticos que destacan la belleza del Estado. Entre los más emblemáticos se encuentran San Cristóbal de las Casas, Laguna Miramar, Chiapa de Corzo y Palenque.

San Cristóbal de Las Casas

Es una de las Ciudades más románticas del mundo, reconocida como Pueblo Mágico. Ciudad cuya riqueza radica en su diversidad étnica y tradición colonial, que muestra sus tesoros arquitectónicos en diversas edificaciones de los siglos XVI, XVII y XVIII.

El Valle de Jovel ofreció la situación ideal, el clima templado y la estratégica ubicación, para que Diego de Mazariegos fundara en 1528 la Ciudad Real de Chiapa. En el actual centro histórico de San Cristóbal de Las Casas convergen tejados, patios floridos, balcones esquinados, fachadas barrocas, construcciones de estilo neoclásico y mudéjar, artesanía colorida, cocina exquisita, ceremonias procesiones, fiestas populares y antiguas leyendas.

Hoy día la ciudad de San Cristóbal de Las Casas es una de las más bellas y originales de México y Centroamérica, por la evocadora imagen colonial que ha conservado en su centro histórico al paso de los siglos. Cuenta además con una tradicional vida cotidiana, con su mercado y su gente ahí llegan los tzeltales y los tzotziles con sus coloridas vestimentas, provenientes de distintas comunidades a vender o intercambiar sus productos.

 
Laguna Miramar
La Reserva de la Biosfera Montes Azules alberga este maravilloso cuerpo natural de agua, el más grande de Chiapas y quizá el más hermoso. Sus tonos van desde el verde hasta el azul cobalto, mismos que cubren una superficie de más de 2000 hectáreas y afortunadamente, gracias a un acuerdo entre los pueblos cercanos, aun esta libre de de construcciones en sus márgenes, de modo que esta en estado virgen.
Chiapa de Corzo
Sitio colonial de tradición y cultura, enmarcado con la calidez de su gente, constituye una de las ciudades más bellas del Estado de Chiapas; localizada a tan sólo 15 minutos de la ciudad capital; su valor radica en su historia, fue la primera ciudad fundada por los españoles durante el siglo XVI.

La plaza principal está rodeada por portales, el edificio del H. Ayuntamiento Municipal y la casa de Don Ángel Albino Corzo, filial liberal del Primer Congreso Constituyente. La plaza alberga también la secular ceiba o pochota, árbol sagrado, la torre de reloj.

Otros de los puntos de interés que posee la ciudad, son sus capillas de barrio como la de San Jacinto o El Calvario, que guarda un magnífico retablo renacentista tallado en madera con el tema de la Crucifixión; las ruinas del templo colonial de San Sebastián o las ruinas prehispánicas de las épocas preclásica y clásica y el Museo de la Marimba, perteneciente a la familia Nandayapa Vargas, quienes siguiendo con la tradición familiar de elaborar marimbas, ofrecen a quién los visita, un recorrido por el taller, en donde se aprecia la madera en su estado natural y su evolución, paso a paso, hasta convertirla en el artístico instrumento de talla internacional, inclusive, la Familia Nandayapa, da a conocer una completa conferencia de los orígenes y evolución de la marimba, que tanto hace vibrar las emotividad y alegría chiapaneca.

Así también, Chiapa de corzo se distingue por su exquisita gastronomía, destacando: el cochito horneado, los dulces típicos (suspiros, chimbos, nuegados) y su bebida tradicional denominada “Pozol”; todos ellos con sabores muy peculiares que deleitarán a su paladar. En su riqueza artesanal, se detalla la laca, la talla en madera y los bordados que pueden apreciarse en el colorido de los trajes regionales de la chiapaneca y el parachico, éste último recientemente designado Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO.
 
 
Palenque
Es una de las ciudades arqueológicas más interesantes de México, conocerla es descubrir el alma del mundo Maya; es entender mitos, rituales, creencias y admirar la arquitectura majestuosa de nuestros antepasados.

La ciudad prehispánica y el Parque Nacional de Palenque fueron inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial en 1987 como uno de los principales sitios mayas que ejerció su influencia sobre otros asentamientos de la cuenca del río Usumacinta.

A 7 Km. al este de la zona arqueológica y del Parque Nacional, se localiza la población de Palenque, que cuenta con todos los servicios públicos necesarios, hospedaje, restaurantes, tiendas y mercados; inclusive y muy cerca de ahí, se podrán admirar y disfrutar las Cascadas de Agua Azul y Misol-Há, imponentes atractivos naturales y fluviales.
 
 
 
 

ETNIAS DE CHIAPAS


En Chiapas existe una gran diversidad de etnias y grupos indígenas; después de Oaxaca, este Estado ocupa el segundo lugar en diversidad étnica en México. Aunque la división regional del estado no corresponde necesariamente a las áreas culturales, la diversidad cultural hace de este Estado uno de los más ricos culturalmente en cuanto a lenguas, fiestas, tradiciones, artesanías y costumbres.

Choles: Grupos ubicados en el norte de Chiapas, principalmente en los municipios de Tila, Palenque, Tumbalá, Salto de Agua y Sabanilla. La vida de los choles, como la de muchos pueblos indios, se rige por un calendario agrícola -religioso, donde las fiestas y ritos tienen un papel preponderante.



Zoque: Se ubican en el norte de Chiapas, principalmente en los municipios de Tecpatán, Ocozocuautla, Copainalá, Ostuacán y Amatlán. Por su parte la población zoque se dedica principalmente a la ganadería y la agricultura, cultivando café, cacao, pimienta y canela.  La actividad artesanal se ha enriquecido durante las últimas décadas con tallas de madera y trabajos de alfarería.



Toztitles y Tzeltales: El significado de tzeltales es winikatel que quiere decir “hombres trabajadores”, y de tzotziles es batsilwinik que quiere decir “hombres verdaderos”, estos grupos se ubican en los llamados Altos de Chiapas.



San Cristóbal de las Casas es la ciudad donde convergen todos estos grupos indígenas de los alrededores, en los municipios de Tenejapa, Oxchuc, Cancuc, Chanal y Amatenango del Valle, de origen tzeltal.

Los pueblos tzotziles se encuentran principalmente en los municipios de Chamula, Zinacantán, Chenalhó, Chalchihuitán, Huixtán, Larráinzar, Ixtapa y Mitontic. El uso de una vestimenta particular identifica y diferencia a los miembros de cada comunidad; las prendas están elaboradas básicamente con lana (faldas, cotones y chamarras) y algodón (huipiles, blusas, pantalones y camisas) y se decoran con diseños de gran colorido.

Mocho: Viven al suroeste del estado en el municipio de Motozintla. Aunque existen pocos hablantes de esta lengua y la población ha adoptado formas de vida mestiza, conservan una complicada concepción religiosa ligada al maíz, además de que consideran que en las montañas existen seres representados por el rayo, las nubes y el viento.

Mames: La mayor población de este grupo se encuentra en la región del soconusco y la sierra.



Chujes: Habitan la zona de tziscao.

Jacaltecos: Habitan en la frontera con Guatemala en la comunidad de Guadalupe victoria, son exelentes para tocar la marimba.

Tojolabales: Este grupo se ubica  fundamentalmente en el municipio de las margaritas, tienen una cosmovisión ya que dividen al mundo en el espacio de los dioses, del hombre y de los seres del inframundo.



Lacandones: Habitan las comunidades de naha, metzaboc y lacan-ha en la selva lacandona, lacandon es el nombre con el que se conoce a los hachwinik; “verdaderos hombre”, que migraron de Yucatán.

A los lacandones se les distingue por su atuendo que consiste en una túnica blanca llevando el cabello largo y sus artesanías consisten en collares de semillas y objetos de madera y arcilla. La población indígena del estado es hospitalaria a pesar de los conflictos que han modificado en mucho el ritmo de sus vidas.
 

GASTRONOMIA DE CHIAPAS


 

De la gastronomía de Chiapas hay que resaltar su sabor, variedad y la calidad de sus productos. Uno de los ingredientes  básicos en la dieta es el maíz, por lo que el tamal es el platillo característico de la región. Pero existen otros productos que son base de esta cocina como el frijol, el pavo y pollo, el cerdo y la calabaza, entre otros. También se producen excelentes quesos como por ejemplo el de bola, que se produce en Ocosingo.

Entre los platos típicos de Chiapas destacar chipilín con bolita, (sopa muy sabrosa, cuyos ingredientes principales son maíz y la hierba chipilín), tamales de chipilín, tamal de jacuané, mole de cerdo, frijoles negros con carne salada de res, el chispola (carne de res con garbanzo y col), etc.. Cada región tiene sus especialidades culinarias.

No podemos olvidarnos de las excelentes frutas que nos ofrece esta región como el melón, sandía, mango, papaya, chicozapote, guanábana, chirimoya, mamey, pitahaya y cupapé.

En cuanto al dulce destacar la gran variedad que existe en Chiapas, destacar los dulces de camote y membrillo, el pucxinú, elaborado de maíz y miel o suspiros de yuca.

En lo referente a la bebida típica destacar el tlascalate y el Pozol, bebida de maíz blanco o acompañado con cacao que ha sido sustento de todas las culturas chiapanecas. El agua chicha es una bebida alcohólica típica de Chiapas.


TRADICIONES


Una rica y complicada gama de costumbres, fiestas, tradiciones y creencias conviven de manera increíble en Chiapas, pues cada uno de los grupos étnicos que allí habitan posee hondas raíces y tradiciones cuyos orígenes, en algunos casos, se pierden en el tiempo y en los recónditos secretos de la historia de sus más antiguos ancestros: los mayas de la época Clásica.

Así, en el amplio territorio que hoy ocupa el estado de Chiapas, se encuentran los grupos tzeltal, tzotzil, chol, zoque, tojolabal, lacandones y mames.

De los lacandones se sabe que su número es muy reducido y que se encuentran muy aislados en la zona de Montes Azules.

Los mames, por su parte, han casi desaparecido, pues su lengua y costumbres se encuentran casi relegados por completo.

No obstante, todos estos grupos comparten un número importante de rasgos culturales similares como la lengua, la vestimenta y principalmente las creencias, como los pensamientos acerca de la vida y de la muerte, la naturaleza, la religión entre católica y pagana, los grupos familiares, los niños, las mujeres y los ancianos, entre otras de las cosas que conforman su amplio mundo de símbolos e imágenes míticas y mágicas.

Uno de los lugares en donde mejor se palpa este mágico sentido, es tal vez el día de mercado en San Cristóbal de las Casas, pues allí se dan cita personajes de distintas comunidades entre el bullicio y la algarabía de cientos de vendedores de frutas, legumbres, animales, telas, artesanías y un sinfín de objetos útiles para todas las cosas de la vida diaria, en un marco en el que resaltan los coloridos trajes de distintas áreas de la entidad.

Sin duda otra importante muestra la podrá vivir en los poblados de San Juan Chamula y de Zinacantán, donde las celebraciones religiosas, al interior de los templos católicos, alcanzan niveles mágicos, pues las luces y el humo de las velas se mezclan con las oraciones en varias lenguas indígenas y el olor a aguardiente, en medio de un ambiente de gran misticismo.

SIGLO XIX


Al terminar la época colonial, la sociedad chiapaneca se desenvolvía en tres universos distintos y relativamente separados el uno del otro: los pueblos de indios, las fincas mestizas y las villas de origen español. De las dos últimas salieron los ciudadanos que concretizaron la independencia de la provincia de Las Chiapas, primero de España (1821) y después de Centroamérica (1824). Hubo entonces una experiencia de incipiente democracia que es digna de recordar: la toma de decisiones en "cabildos abiertos" por "la gente visible del lugar" en varias cabeceras regionales. Desgraciadamente, este magnífico primer paso fue seguido por la manipulación del voto que realizó la cúpula en el poder. Se manifestó además, con toda crudeza, la división que existía desde tiempo atrás entre las diversas regiones y el antagonismo que oponía, en cada una de ellas, a los distintos sectores de la clase pudiente. Los notables de Tapachula llegaron al extremo de reintegrar el Soconusco, durante 20 años, a la joven república centroamericana, antes de aceptar finalmente su anexión a la federación mexicana en 1844.

La situación económica cambio muy poco, pero la inestabilidad política se incrementó con la lucha entre federalistas y centralistas durante el segundo cuarto del siglo XIX. La vida de los chiapanecos siguió girando en torno de cuatro centros urbanos: Ciudad Real, Chiapa, Tuxtla y Comitán. Los notables de estas cuatro ciudades comenzaron a expandir su poder territorial, en ocasiones despojando a las comunidades indígenas, que sin el amparo de las leyes coloniales quedaron a merced de particulares; y en otras, apropiándose de tierras propiedad del clero. En 1826 se fundó la Universidad Pontificia y Literaria de Chiapas y se introdujo la primera imprenta. En 1828 se creó la que sería la segunda escuela normal del país, surgieron los primeros periódicos, pero la vida cultural de Chiapas siguió permeada por el localismo. En 1842 el Soconusco, que se había unido a las provincias centroamericanas, pasó a formar parte de Chiapas y por supuesto de México.



A mediados de siglo los liberales logran por fin derrotar a los conservadores y se decretan las leyes de corte liberal y la propia Constitución en 1857. En Chiapas, Ángel Albino Corzo se adhiere -con algunos seguidores- al Plan de Ayutla, presionan al gobernador para que se sume a ella y temeroso Fernando Nicolás Maldonado, renuncia a la gubernatura y su lugar lo ocupará el prefecto de Chiapa, Ángel Albino Corzo. Éste deroga las leyes de corte conservador, proclama la Constitución de 1857, crea instituciones públicas y realiza una nueva división político-territorial del estado.

Ángel Albino Corzo se convierte en el principal exponente y defensor de las ideas liberales en el sureste y derrota a los conservadores locales Juan Ortega y José María Chacón; restableció el orden constitucional en Tabasco; combatió a los aliados de los franceses; defendió la integridad territorial del estado ante las pretensiones del gobierno tabasqueño de anexarse los distritos de Palenque y Pichucalco; pero sobre todo, fue el artífice del triunfo de las ideas liberales en Chiapas, durante esa época de transición. Fue depuesto en 1864, estando con licencia por el general Porfirio Díaz, quien con el argumento de inestabilidad política impuso al coronel José Pantaleón Domínguez como gobernador y comandante militar. Fue el propio Díaz quien, aprovechando la inconformidad de varios caudillos militares, lo destituyó a Domínguez de ese cargo en 1875.

Varios gobernadores sucedieron a Domínguez, pero poco lograron para hacer avanzar la economía y la integración de Chiapas, pues el estado estaba dominado por cacicazgos regionales: Sebastián Escobar controlaba el Soconusco, Miguel Utrilla los Altos, Julián Grajales los Valles Centrales y, aunque mermado, José Pantaleón Domínguez enseñoreaba Comitán y sus alrededores. La acción de estos caciques era un verdadero obstáculo para la modernización política y el progreso económico del estado. En el Inter, los tzotziles de San Juan Chamula son agredidos y se rebelan contra el gobierno mexicano, entre 1867 y 1869.

En 1891 la era porfiriana entra de lleno a Chiapas. El coiteco Emilio Rabasa fue designado gobernador del estado, inaugurando con ello “el sistema de gobernadores importados y designados desde la capital de la República”. Rabasa impulsa la modernización política del estado, combate los cacicazgos de Grajales, Utrilla y Escobar, centraliza el poder, moderniza la administración pública, decreta una nueva constitución política local, traslada los poderes del estado a Tuxtla Gutiérrez, promueve la construcción de caminos y carreteras, fomenta la educación como tarea del estado, impulsa la cultura y favorece la inversión extranjera, principalmente en torno de las plantaciones cafetaleras. Su poder se extendió durante casi veinte años, durante ese periodo se promovió el desarrollo agrícola e industrial, se introdujo el teléfono y el telégrafo, se tendieron puentes y se abrieron puertos, beneficiando particularmente a Tuxtla Gutiérrez y el Soconusco, convirtiéndose en importantes centros de poder político y económico.

ANTECEDENTES COLONIALES


Cuando los españoles llegaron en el siglo XVI a territorio estatal, se encontraron con pueblos de origen maya y otros que no lo eran, como los zoques y los chiapanecas. Todos fueron sometidos  entre 1524 y 1530. Sólo los lacandones resistieron hasta 1695, y con ello el actual territorio de Chiapas quedó completamente ocupado por europeos. Varios capitanes fueron los conquistadores de Chiapas: Luis Marín, Pedro Portocarrero, Diego de Mazariegos, Francisco Gil Zapata y Gonzalo Dávila.

A partir de 1528, con la fundación de la primera villa de españoles en el Valle de Jovel, se inicia el periodo colonial. Los indios fueron esclavizados, herrados como animales y sometidos al pago de tributo y al trabajo forzado. El contacto con los europeos trajo también enfermedades desconocidas por estos pueblos. Los soldados conquistadores se convierten en encomenderos. La población indígena desciende drásticamente por las epidemias y las recurrentes hambrunas.

La condición de los indios se convirtió en motivo de confrontación política e ideológica. Las órdenes religiosas, particularmente los dominicos, se convirtieron en defensores de la población aborigen. En 1542, en lo que podemos considerar un triunfo de fray Bartolomé de Las Casas, se decretan las leyes nuevas o de Barcelona, para limitar el poder de los encomenderos. Las órdenes ganan a partir de entonces mayor influencia en la población indígena. Se les autoriza la reducción y congregación de la población y el nombre de un santo antecede el nombre indígena del pueblo: San Juan Chamula, San Lorenzo Zinacantán, Santa Catarina, San Clemente Pochutla, entre otros.

Se inicia con ello el sometimiento religioso y la consolidación del sistema colonial. El sistema de encomiendas no resulta exitoso como empresa económica, por lo que desde el último cuarto del siglo XVI comienzan a surgir las haciendas. Con ello coincide un cambio en la política de las órdenes religiosas, en particular de los dominicos que serán a partir de entonces los principales hacendados en Chiapas.